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Tres ensayos cortos de divulgación – 2 La neurociencia de la creatividad

Publicado en Sinápticas.
Léelo completo en su sitio: https://sinapticas.com/2018/10/18/tres-ensayos-cortos-de-divulgacion-2-la-neurociencia-de-la-creatividad/

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Leandro Castelluccio

 

¿De que se trata la creatividad?

La creatividad en su aspecto de generador de ideas, podría considerarse la expresión del patrón común entre dos preceptos o conceptos. Cuando tenemos un momento de insight o creatividad, lo que solemos hacer es ver la relación de una cosa con otra que antes no habíamos pensado, esto es, no habíamos encontrado tal relación, la cual refiere a un patrón común entre ambos elementos, un patrón hasta ahora desconocido y que no había sido parte de nuestra atención.

De acuerdo a Jung, Mead, Carrasco y Flores (2013), la creatividad es una construcción compleja y vasta que ha sido vital para el progreso de la civilización humana. Ante la inmensa variedad de esfuerzos creativos que abraca actividades tan dispares como las realizadas por pintores, escultores, ingenieros nucleares, arquitectos paisajistas, diseñadores gráficos y desarrolladores de software, estos autores se preguntan cómo definir la creatividad ante una construcción tan amplia.

A los efectos del debate acerca de la neurociencia de la creatividad, dichos autores adoptan una definición operativa apropiada y bien aceptada para la cognición creativa: la producción de algo novedoso y útil. Otros autores como Przysinda, Zeng, Maves, Arkin y Loui (2017) también agregan: la capacidad de producir un trabajo novedoso, de alta calidad y adecuado para una audiencia.

¿Qué nos puede decir la neurociencia de esta capacidad? De acuerdo a Jung et al. (2013), las técnicas de imagen estructural proporcionan un marco confiable dentro del cual el campo puede comenzar a discutir rasgos cerebrales asociados con habilidades cognitivas creativas. Pero no es el único enfoque neurocientífico, también se relacionan estas técnicas con medidas comportamentales, y con estudios genéticos y centrados en la bioquímica cerebral, como aquellos que destacan el papel del neurotransmisor dopamina en los procesos creativos.

Pensamiento divergente

Un concepto clave respecto a la creatividad es el pensamiento divergente, un impulsor de la misma. Este se diferencia del pensamiento convergente. Cuando utilizamos este último, se busca llegar a una solución dentro un número definido de opciones, de modo que nuestro pensamiento converge en una opción considerada “la correcta”. Sin embargo el pensamiento divergente implica buscar abiertamente alternativas no pre-definidas, de modo que nos involucramos en una forma de pensar que busca opciones no aparentes, distintas a las convencionales, donde podemos encontrar un patrón no antes explorado, aspecto crucial para encontrar soluciones creativas (ver en link).

Una forma de apreciar este proceso es estudiando a los músicos de jazz. De acuerdo a Benedek, Borovnjak, Neubauer y Kruse-Weber, S (2014) los músicos de jazz muestran una creatividad particularmente alta con respecto a los logros musicales de dominio específico, pero también en términos de indicadores de dominio general de capacidad de pensamiento divergente que pueden ser relevantes para la improvisación musical, un aspecto crucial en el jazz.

De esta forma, de acuerdo Przysinda, Zeng, Maves, Arkin y Loui (2017) un modelo útil de creatividad proviene de la improvisación musical, como en el jazz, en la que los músicos crean espontáneamente secuencias de sonido novedosas. De acuerdo a los resultados del estudio de estos autores, los músicos de jazz prefieren progresiones de acordes inesperadas, donde las amplitudes de respuesta respecto a la información obtenida por electroencefalograma (EEG) correlacionan significativamente con las medidas conductuales de fluidez y  originalidad en la tarea de pensamiento divergente.

La creatividad involucra procesos en diferentes redes neurales

Existe un mito extendido en lo que respecta a la creatividad y el funcionamiento cerebral, y es el de que existe una asimetría hemisférica en el proceso creativo, donde el hemisferio derecho es el “hemisferio creativo” y el izquierdo el hemisferio “lógico-analítico”. Este planteo no se sostiene en base a los últimos conocimientos y evidencia en neurociencia. De hecho, los resultados experimentales de diversos estudios indican que la creatividad está basada en una interacción dinámica entre redes corticales inhibitorias y excitadoras que involucran ambos hemisferios cerebrales (Jung et al., 2013).

Existen principalmente tres grandes redes corticales que participan en el proceso creativo: la red de la atención ejecutiva, una red que implica la comunicación entre regiones laterales de la corteza prefrontal y áreas posteriores del lóbulo parietalla cual se activa cuando se requiere un gran enfoque de la atención para realizar actividades como resolver problemas complejos, el razonamiento que requiere el uso de la memoria de trabajo o cuando nos concentramos en oír una conferencia llena de conceptos; por otro lado tenemos la red de imaginación (la clásica red denominada en inglés default network), que involucra áreas cerebrales profundas dentro de la corteza prefrontal y el lóbulo temporal, junto con una comunicación entre las diversas regiones externas e internas de la corteza parietal, y que está involucrada en simulaciones mentales dinámicas basadas en experiencias pasadas personales; y por último tenemos la red de relevancia (salience en inglés), conformada por la corteza anterior dorsal del cíngulo y la corteza insular anterior, que se encarga de monitorear constantemente tanto los eventos externos y la corriente interna de la conciencia y alternar de forma flexible el control de mando entre la red de atención ejecutiva o la red de imaginación (ver en link). Jung et al. (2013), sugieren por ejemplo, que cuando se permite que la mente se libere de sus asociaciones, que vague libremente, imaginando nuevas posibilidades y silenciando la crítica interna, se facilita que se reduzca la activación de la red de atención ejecutiva aumentando la actividad de las redes de imaginación y relevancia.

Podríamos relacionar lo anterior con la atención, considerando las asociaciones más activas que expresan un precepto consciente, donde el foco de atención es eso, o sea, las asociaciones que serían importantes para la conducta en el momento dado, donde otras no lo serían, y por eso su actividad sería menor o es inhibida, tales asociaciones surgen una vez se inhibe en parte o disminuye la actividad de la asociaciones anteriores, allí surgen nuevas asociaciones que ya pueden haberse gestado en un menor nivel de actividad, es como si la respuesta que estábamos buscando surgiese de la nada, y experimentemos el fenómeno de insight. Trabajar con la asociación que surge, trabajar activamente en ella buscando nuevas conexiones, viendo a donde nos lleva, es este paso de la atención, donde tenemos que aprender a escuchar lo que posiblemente ya está ahí, de lo que surge respecto del trabajo activo con esto. En este sentido se ha comprobado que el entrenamiento en la atención plena, como ocurre en la práctica del mindfulness tiene el potencial de aumentar la capacidad creativa (ver en link).

Creatividad y dopamina

La creatividad como lo que es novedoso está relacionado con aquello que implica recompensa, pues encontrar soluciones nuevas a problemas o nuevas formas de expresar nuestras capacidades tiene efectos gratificantes en distintos niveles. La recompensa a su vez está relacionada a la actividad dopaminérgica.

Consideremos la teoría “estimulante psicomotor” de la adicción que propone que un denominador común de las drogas adictivas es su capacidad para causar activación psicomotora. Esto se relaciona con la idea de que los reforzadores positivos activan un mecanismo biológico común que está asociado con los comportamientos de aproximación (Badiani et al., 2011). Sobre este concepto, la asociación entre dopamina y creatividad es muy interesante. Según Mayseless, Shamay-Tsoory, Uzefovsky, Ebstein y Shalev (2013), la dopamina y la creatividad están fuertemente vinculadas. El pensamiento divergente antes mencionado se ha propuesto como una forma de evaluar la creatividad ya que este implica generar múltiples respuestas novedosas y significativas a preguntas abiertas, y esto se ha relacionado con la actividad dopaminérgica. Por ejemplo, los individuos que llevan el alelo DRD4 7R del receptor de dopamina humano obtuvieron puntuaciones significativamente más bajas en las pruebas de pensamiento divergente en comparación con los no portadores (Mayseless et al., 2013), lo que implicaría una asociación entre la actividad dopaminérgica y el pensamiento divergente a este nivel biológico. De acuerdo con Zabelina, Colzato, Beeman y Hommel (2016), sin embargo, los resultados de estudios anteriores son mixtos respecto a este tema. Estos autores trabajaron en esta relación considerando las vías dopaminérgicas mediofrontal ynigroestriatal, de forma única y combinada, y cómo se relacionan con diferentes medidas de creatividad. Afirman que la creatividad puede predecirse a partir de las interacciones entre los polimorfismos genéticos relacionados con estas vías frontales. Específicamente, el desempeño exitoso en la prueba de Torrance (que mide ciertos aspectos de la creatividad) está vinculado con polimorfismos dopaminérgicos asociados con una buena flexibilidad cognitiva y un buen control de arriba-abajo (top-down en inglés). De manera diferente, los logros creativos del mundo real, evaluados por el Cuestionario de Logros Creativos, están vinculados con polimorfismos dopaminérgicos asociados con una flexibilidad cognitiva débil y un control descendente (arriba-abajo) débil. En conjunto, sus hallazgos apoyan la idea de que la creatividad humana se basa en la dopamina, y en la interacción entre las vías dopaminérgicas frontales y estriatales en particular (Zabelina et al., 2016). Todo esto nos da una idea de lo que podría estar haciendo la dopamina en ciertas vías y cómo se relaciona con la motivación. Si lo pensamos, este podría ser un sistema útil que nos ayuda a interactuar con el mundo de maneras novedosas, nos sentimos motivados a actuar y hacer cosas por sus propiedades gratificantes para interactuar con el mundo y tal vez encontrar formas novedosas, creativas, de resolver problemas, por lo tanto, es fácil ver cómo las dos cosas estando relacionadas en el cerebro sería algo eficiente. Tal capacidad de encontrar soluciones novedosas a problemas ayuda a nuestras posibilidades de supervivencia, lo cual se asocia a recompensa. Esto nos dice mucho sobre la motivación en general, y por qué algunas personas pueden querer usar ciertas drogas, como los psico-estimulantes, si están tratando de resolver un problema en particular, o simplemente porque quieren ser más creativos en algo, por ejemplo. Esto sigue la idea de que las drogas “secuestran” circuitos cerebrales relevantes relacionados con nuestra supervivencia. La capacidad de supervivencia auto percibida y la teoría de la aptitud reproductiva (SPFit, por sus siglas en inglés), por ejemplo, representan un constructo psico-biológico humano que prioriza y organiza el comportamiento, en el cual un sistema de dopamina cortico-mesolímbico y sus interconexiones de modulación se consideran el sustrato biológico del mismo. Esto también se considera como altamente vulnerable a la activación artificial temporal por drogas de abuso (Newlin, 2002). Aunque se propone que el sistema sea un sistema de supervivencia y de motivación reproductiva en lugar de un centro de recompensa o una vía de recompensa en sí mismo, podemos ver que la recompensa, la motivación y la forma física o la adaptación al entorno parecen ir juntas, y ligado a todo esto está la creatividad.

La conexión con los trastornos mentales: esquizofrenia y creatividad

Encontrar o ver patrones que en realidad no existen es un problema de la esquizofrenia, es en cierta forma la capacidad creativa llevada al extremo. La esquizofrenia se relaciona con las vías dopaminérgicas en sus síntomas positivos. Los síntomas positivos más frecuentemente relatados por los pacientes son las alucinaciones (generalmente auditivas), delirios-creencias irracionales irreductibles a la lógica y alteraciones en el pensamiento (desorganización, incoherencia).

Los fármacos indicados en este trastorno son los del grupo de los neurolépticos, que actúan sobre el neurotransmisor dopamina. Los neurolépticos de segunda generación o atípicos se diferencian de los de primera generación por ser más específicos para la vía mesolímbica y menos para la nigroestriatal, que está involucrada en efectos secundarios extrapiramidales. Además bloquean los receptores serotoninérgicos 5HT2 aumentando la acción de la serotonina en el sistema límbico, lo cual se asocia con la mejoría clínica de la sintomatología negativa de la esquizofrenia.

Si consideramos la creatividad como el proceso por el cual se encuentra un patrón común antes desconocido o no explorado frente a dos conceptos, podríamos considerar que una mayor capacidad para entender multitud de patrones y ver los aspectos comunes, podría implicar niveles más altos de creatividad. Una mayor propensión a ver estos patrones comunes podría subyacer a las personas creativas y las personas con trastorno esquizofrénico.

Se ha demostrado que las altas habilidades creativas son algo más comunes en las personas que tienen enfermedades mentales en la familia, estando la creatividad vinculada a un riesgo ligeramente mayor de esquizofrenia y también de trastorno bipolar. Ciertos rasgos psicológicos, como la capacidad de hacer asociaciones inusuales y extravagantes son compartidos  por esquizofrénicos y personas altamente creativas no esquizofrénicas por igual. Dicha correlación entre creatividad y salud mental tiene buen respaldo científico. Por ejemplo, al estudiarse ciertos receptores en el cerebro, se ha logrado demostrar que el sistema de dopamina en personas sanas y altamente creativas es similar en algunos aspectos al observado en personas con esquizofrenia. Se observa que las personas altamente creativas que obtuvieron buenos resultados en las pruebas divergentes tenían una menor densidad de receptores dopaminérgicos D2 en el tálamo que las personas menos creativas. Se sabe que los esquizofrénicos tienen baja densidad de receptores D2 en esta parte del cerebro, lo cual sugiere un vínculo entre la enfermedad mental y la creatividad. Se piensa que menores receptores D2 en el tálamo tiene como efecto un menor grado de filtrado de señales y por ende un mayor flujo de información desde el tálamo, lo cual podría ser un posible mecanismo detrás de la capacidad tanto de las personas sanas y creativas para ver numerosas conexiones poco comunes en una situación de resolución de problemas como de las personas con esquizofrenia de ver asociaciones extrañas que no coinciden con la realidad (ver en link).

La conexión con los trastornos mentales: bipolaridad y creatividad

La expresión anímica de tipo maníaca involucra estados de recompensa y exaltación, donde puede actuar la dopamina y contribuir a episodios creativos.

Un estudio llevado a cabo por el psiquiatra Kay Redfield Jamison encuestó a 47 autores y artistas visuales británicos de la Real Academia Británica y descubrió que el 38 por ciento había sido tratado por un trastorno del estado de ánimo. Los cambios de ánimo presentes más comunes fueron un aumentos de entusiasmo, energía, confianza en sí mismo, velocidad de asociación mental, fluidez de los pensamientos y estado de ánimo elevado, con una fuerte sensación de bienestar. Los participantes también informaron una disminución notable de la necesidad de dormir y sentimientos de euforia, emoción y anticipación. Estos estados son característicos de episodios de manía o hipomanía (un estado similar a la manía pero de menor intensidad). La manía es un estado presente en el trastorno bipolar. Se considera que los genes involucrados en el trastorno bipolar responsables de los efectos debilitantes del mismo también pueden conferir una importante ventaja adaptativa o evolutiva. Contrario a otras enfermedades mentales o físicas, el trastorno bipolar es más común en grupos socioeconómicos más altos, lo que sugiere que los genes que predisponen al trastorno bipolar también predisponen a una mayor capacidad económica en los familiares de personas con trastorno bipolar y, a veces, incluso en personas con trastorno bipolar en sí mismos (ver en link). Dicha ventaja puede estar en los efectos que la capacidad creativa y productiva vinculada al trastorno genera en cuanto al desarrollo social-económico de la persona. Aunque no debemos dejar de lado que este trastorno tiene enormes efectos debilitantes y puede llegar a ser un factor de sumo riesgo para la persona y su entorno. 

Referencias

Badiani, A., Belin, D., Epstein, D., Calu, D., & Shaham, Y. (2011). Opiate versus psychostimulant addiction: the differences do matter. Nature Reviews Neuroscience12(11), 685.

Benedek, M., Borovnjak, B., Neubauer, A. C., & Kruse-Weber, S. (2014). Creativity and personality in classical, jazz and folk musicians. Personality and individual differences63, 117-121.

Bipolar Disorder and Creativity. (n.d.). Recuperado de https://www.psychologytoday.com/us/blog/hide-and-seek/201203/bipolar-disorder-and-creativity

Da Silva, F. R. (2009). Manual de psicofarmacología clínica. Prensa Médica Latinoamericana.

Dopamine system in highly creative people similar to that seen in schizophrenics, study finds. (2010). Recuperado de https://www.sciencedaily.com/releases/2010/05/100518064610.htm

Jung, R. E., Mead, B. S., Carrasco, J., & Flores, R. A. (2013). The structure of creative cognition in the human brain. Frontiers in human neuroscience7, 330.

Mayseless, N., Uzefovsky, F., Shalev, I., Ebstein, R. P., & Shamay-Tsoory, S. G. (2013). The association between creativity and 7R polymorphism in the dopamine receptor D4 gene (DRD4). Frontiers in human neuroscience7, 502.

Neurociencia de la creatividad. (2017). Recuperado de https://www.actualidadenpsicologia.com/neurociencia-de-la-creatividad/

Newlin, D. B. (2002). The self‐perceived survival ability and reproductive fitness (SPFit) theory of substance use disorders. Addiction97(4), 427-445.

Przysinda, E., Zeng, T., Maves, K., Arkin, C., & Loui, P. (2017). Jazz musicians reveal role of expectancy in human creativity. Brain and cognition119, 45-53.

What Type of Thinker Are You? (n.d.). Recuperado de https://www.psychologytoday.com/us/blog/turning-straw-gold/201302/what-type-thinker-are-you

Zabelina, D. L., Colzato, L., Beeman, M., & Hommel, B. (2016). Dopamine and the creative mind: individual differences in creativity are predicted by interactions between dopamine genes DAT and COMT. PloS one11(1), e0146768.

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